Conversaciones a la 1:18 pm.

Es cierto, a todos nos ha pasado que nos ponemos un tanto sentimental cuando es de madrugada, me ha pasado anteriormente unas cuantas veces y me pasó hoy de nuevo.
Tenía un mensaje en mi bandeja de facebook y lo abrí porque era mi amiga que sea ha vuelto muy cercana a mi en estos meses.
Empezamos una conversación que tendríamos cualquier día, cuando me prometió que me prestaría un libro que tengo meses queriendo leer, le dije que tenía mucha ganas de verla y fue entonces cuando lo sentimental empezó. Le dije lo que me llevaba rondando en la cabeza (y hasta sueños) por varios días y con más frecuencia esta semana, supongo que es el estrés,angustia y tensión que me causa volver a la escuela. En fin, le conté lo que llevo sintiendo por meses, odio esta nueva ciudad, las nuevas personas con las que convivo, y en general es eso, pero esos dos problemas desatan unos más grandes, a mi parecer.
Yo después de contarle todo esto, esperaba... no esperaba unas frases de ¡Todo irá bien, vas a ver! ¡Cambia de actitud y verás como resulta todo! Definitivamente no, quizá quería un consejo o sólo decirlo abiertamente y completamente, sí eso quería pero de algún modo la conversación dio un giro, de repente empezó a hablar de lo que ella también sentía sobre que ya no fuéramos a la misma escuela, y cómo las personas habían cambiado desde que me fui. Lo cual es bueno, claro, siempre estoy para escuchar pero esta vez quería que me escucharan a mi, eso es todo.

Eso es lo que jode de tener está apariencia de "fuerte", nadie te ofrece la posibilidad de por un día ser tú la débil. 
Aún así, algo bueno salió de la conversación que es esta:


 - Es como cuando vine a la ciudad en medio de la nada, sin conocer a nadie, sin hablarle a mi papá, sin amigos en la escuela, tan solo fue un asco, léeme - me escribió.

- Lo estoy leyendo - respondí.

- Estás diciendo que de todos modos si por una extraña razón logrará volver ¿de todos modos sería un asco?

- No exactamente.

- Pero lo insunuas... - La acusé.

- Estoy diciendo que intentes disfrutar por más asqueroso que sea donde estas, al final donde estés no es tan importante, es mas bien como vives ahí... creo que no me estoy explicando bien.

- No, sí te estás explicando bien, pero es que tu no sabes cómo es aquí, todo es tan aburrido, tan... normal ¿entiendes?

- Eso creo, en esta ciudad es así también, la verdad, aveces pienso que lo único que hace menos asqueroso vivir aquí es ir a la escuela, pero tú no eres en absoluto 'normal' (en el buen sentido) has las cosas a tu manera, no sé... rebelate como lo hacías o algo.

- Claro que no, no sé como explicarlo pero había tanta variedad de gente, ideas, personalidades, no sé. Aquí no hay nada de eso. Y gracias por el cumplido (lo tomo como uno porque sé que lo dices con la mejor intención), lo he intentado por eso cuando entré en este nuevo año les hablé a nuevas personas, pero es lo mismo.

- Ugh. Eso es terrible... Creo que no hay algo peor que una rutina, cuando llegue aquí fue lo que me jodió, luego vi a mi psicóloga y me dijo que tenía que buscar cosas que hacer y mi escape fue mi hermana. ¿No hay alguna forma de escape? ¿Distracciones? ¿Salidas?

- Salía para mis clases de inglés lo cual era una distracción, me sentía bien yendo a esas clases, tu sabes aprendiendo, pero luego no sé, me dio flojera porque se hizo rutina.

- ¿Pero aún vas? - Leí esto con su voz esperanzada.

- Se acabó el curso a finales de noviembre - Le exliqué.

- Jamás, jamás creí decirte esto y mucho menos a ti... pero creo que te hace falta algo así como un chico.

- No, mi felicidad no va a depender de alguien ew - Esto es totalmente sincero, hace más o menos dos años que había tomado estas palabras en serio, por que son verdad, la felicidad, mi felicidad no tiene que depender de nadie más que yo, lo aprendí.

- No me refería a eso, quise decir que bueno... los chicos suelen ser una distracción. ¿No hay muchas playas por ahí? ¿no puedes ir con esas tipas de tu escuela?

- Sí hay playa, pero no me divierte y menos la compañía de las personas de mi escuela... - Noté como la estaba dejando sin opciones.

Al final, la conversación terminó como no quería, con frases de aliento, y prometimos que si acabamos solas a los cuarenta años, nos buscaríamos y viviríamos juntas con muchos gatos, pero de ahí saqué algo bueno.
Un cumplido un tanto cliché, la oportunidad de quejarme abierta y completa (Siento que ya voy a poder descansar, tenía esa queja atorada por meses) y unirnos un poco más.

Y con respecto al tema de las distracciones y chicos, les dejo esto:

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.

No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Frase sacada de un poema hecho por John Lennon.