Así tan simple y doloroso como eso, te llevo en mis huesos.
tan pesado y callado como una noche sofocada de verano,
tan frágil y gélido como mañana de invierno.
Estás aquí, a mi lado, sin estar.
Clavículas, costillas, isquiones, nudillos, todo tuyo.
Ahora te pertenecen, ya no son parte de mi.
El esqueleto entero, la mente, no hablo del alma porque nunca creíste en eso.
¡Tómalos, ahora! ¡Cobarde!
¡Tómalos! ¡Tómalos! ¡Tómalos!
Ahora, ahora, ahora.
¡Vamos, acércate!
Te los obsequio, los deseabas, ahora está soy yo sucumbiendo.
Cuidado, abrázame.
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