introducción:

tengo una inmensa afición por la anatomía, las constelaciones y lo desnudo. ¿El alma, los cuerpos, la mente? lo irás descubriendo.

amateur en la vida, como todos.

12/30/2013

Metáforas de tormentas y calmas.

Creo que todos hemos escuchado la frase "Después de la tormenta, viene la calma",
Es cierto ¿no? Si viene, pero después de tanto soportar y sufrir la tormenta, nunca llegas a diferenciar esa calma. Sucede que sientes como si fuera un receso, un descanso. Que te están preparando para lo que viene, lo peor. Unas veces, si eres afortunado el receso te dura meses, años, tantos que te olvidas que habías estado en la tormenta y entonces llega de nuevo, devastadora, fría y fuerte, más fuerte que tu, sin duda.
Te moja, lastima, te deja sin oportunidad de seguir más, pero lo haces eventualmente, porque tienes que hacerlo ¿Porque quién se quiere hundir?

Hay otra metáfora que uso, la del llanto.
Todos lo hemos pasado, muchas veces en muchas situaciones de nuestra vida, lo cual es lamentable ¿Venimos para llorar? Porque es evidente que si nacimos.
La metáfora es esta:
El momento de exploción interno que vivimos, cuando estamos al borde del colapso y no soportamos más entonces estallamos, un desborde de sentimientos somos.
Empezamos gritando todo lo que nos sucede dentro de la cabeza, lo que nos hace mal, lo que queremos que alguien pare porque nosotros no podemos. Comienzan las lagrimas de pocas gotas en pocas hasta convertirse en un enorme desastre, nosotros somos el desastre y otras veces también el problema.
Estamos totalmente perdidos, todo el lugar en el que nos encontramos da vueltas, nos mareamos, sentimos el corazón latiendo tan fuerte que duele, la cabeza es un lío y uno enorme, también duele tanto que pesa, las ideas, las emociones, los sentimientos, las palabras que quieres decirle a la persona que está enfrente son lo que más pesan, todo. Todo lo que está almacenado se confunde, mezcla, pero sobretodo pesa, el peso de la situación se te viene derepente y huyes algún lugar donde todo sea silencioso, calmado y sin el peso de esa carga, te acurrucas, pones las manos en el pecho y tus ojos los presionas fuerte pero las lagrimas siguen saliendo, son tantas que no las puede controlar.
lloras fuertemente, sigues siendo un lío pero ahora todo esta quieto.
Continuas hasta que te hayas librado del todo, hasta que te aseguras que ni una gota de lagrima quede adentro, y despacio deshaces tu posición fetal que sin notarlo te había entumecido el cuerpo.
Es como un borrón mental, tus ojos ahora están muy chiquitos e hinchados, el corazón regresó a su latido normal, ya no sientes ese peso en el corazón pero ese el costo, ya no sientes.

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