introducción:

tengo una inmensa afición por la anatomía, las constelaciones y lo desnudo. ¿El alma, los cuerpos, la mente? lo irás descubriendo.

amateur en la vida, como todos.

3/28/2013

El científico.

Un cierto día, le preguntaron a un científico que había pasado la mitad y un cuarto de su vida estudiando el comportamiento de las moléculas. Aquel científico de mayor edad decidió tomar el nuevo subterráneo de la ciudad del que todos alardeaban.
Se sentó y observó a las personas como lo que eran "un gran saco de moléculas", se imagina que la vida era un gran laboratorio y él un reconocido científico, y por supuesto, los demás sólo eran simples ratas de laboratorio.
Sin darse la menor cuenta, comenzó a hacer sus análisis y susurraba sus hipótesis hasta tal punto que el susurro le llego a hacer audible a su compañero de asiento; Un señor con los brazos cruzados al pecho, un gorro viejo de pesca y lentes gruesos con unos años más que el científico, muy enojado dijo:

─ Podría callarse intento leer el periódico - Y el científico no hizo caso del aviso, ahora pensaba en el "siguiente gran paso de su carrera".

─ He dicho que se calle ¿Y Quién diablos es usted? - Como el tono del señor había aumentado, el científico se obligó a salir de sus planes.

─ Albert Flint Fankhauser, el próximo Einstein que el mundo tendrá. Especializado en moléculas, graduado de... - Al señor se le colmaba la paciencia. "Loco" masculló.

─ Permítame decir esto pero a usted se le zafó algo, eso de andar clasificando a personas y cosas o quién sabe lo que usted hacía, con esta tecnología de ahora a dónde vamos a parar, las personas de ahora no viven con toda esas máquinas... - Llego el turno de interrumpir sólo que ahora era al revés.

─ ¿Quién soy? ¿Quién soy? bueno soy Albert Flin Frankhau... -otra interrupción

─ Ya escuché, pero dígame ¿Tiene familia? ¿Amigos? ¿Un perro que le ladre o gato? ¿Qué hace en vacaciones? Apuesto que usted no ha vivido.

─ Bueno, bueno.. -balbuceaba- He vivido 47 años, con 8 horas para ser exacto...

─ Ya ve lo que le digo, escuche las palabras de un viejo y viva. Porque cuando uno muere, no importa lo que ha hecho, será insignificante. Agarre su tiempo que le queda y viva, disfrute.

─ Pero, pero... no es insignificante, no claro que no. Voy a ser importante, comprobaré mis teorías y ganaré el Nobel.
Pobre científico, su rostro mostraba confusión y preoucapación, ni mencionar el tono de voz que empleaba.

─ ¿Y si no gana el Nobel? ¿Quién irá a su funeral? - La interrogativa del señor quedó flotando en el aire.









1 comentario:

  1. Me encantan estos pequeños relatos que nos regalas, Sam... No sé, simplemente es un placer leerlos (:
    Sinceramente no sé como se te ocurren cosas (yo soy pésima hahah)

    ¡Nos leemos cliché!

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quiero tu critica.